Jasmine St. Claire y su célebre pedo de fuego
Volvamos con nuestra saga de escenas míticas para recordar una de esas que nos pusieron los pelos de punta en los 90. La mítica Jasmine St. Claire, a petición del siempre guarrísimo director John T. Bone, accedía a emplear su culo como lanzallamas. No sé si sería un pedo natural, se lo llenarían de gas, o qué… pero el resultado era una fogata ideal para tostar marshmallows. De remate, Tom Byron la folla a conciencia por todas partes y embadurna su rostro de semen. La de Jasmine fue una carrera corta, pero intensísima. De las que dejan huella y escenas tan brutas y sorprendentes como la que hoy os traemos aquí.