El suplicio anal (con fisting) de Jessie Rogers
Sus detractores cacarean que Jessie Rogers está utilizando a la industria del porno para alimentar su ego, que ni está comprometida con su profesión, ni tardará mucho en cansarse de desfilar por las fantasías de los pajeros de medio planeta. Hay parte de esas afirmaciones que uno jamás podrá refutar totalmente, pero desde luego solo hace falta echar un rápido vistazo a la evolución de esta preciosa brasileña con el culo definitivo para comprobar que, si no está comprometida hasta el cuello, lo disimula muy bien. Tras el sexo anal, el cuestionable aumento de pecho y el descenso al universo Kink, hoy toca el siguiente eslabón: hora y media de dominación anal con fisting.