Miru Kim: cerdo, luego existo
«Un cerdo y yo llevamos a cuestas nuestros recuerdos exteriorizados en la epidermis, nuestras cicatrices, imperfecciones, arrugas y rasguños que manifiestan las marcas del tiempo, la angustia del alma y las heridas del amor y la guerra. Ambos vivimos en el mismo tiempo, desnudos y sin desnudar. Bajo nuestras corazas exteriores, sean de seda, algodón o cuero, los humanos vestimos con nuestra propia piel, al igual que los cerdos. Nacidos con un lienzo en blanco envolviéndonos, acumulamos más y más trazos y pinceladas de recuerdos a medida que pasan los años, en una prenda que no podremos quitarnos hasta el día de nuestra muerte.» — Miru Kim, artista coreana afincada en Nueva York.