Una doble penetración en toda regla
Los dos pollones no se iban a quedar todo el día sin meter, así que decidieron que iban a follarse a esta jovencita y hacerle una doble penetración iba a ser el menor de los males. Más que nada porque ni sufrimiento ni dolor por la doble penetración, todo lo contrario. Más gozo, más placer y más ganas todavía de seguir follando.