Rusia, qué loca estás: un taller de mamadas
Porque el autodidacta nace y no se hace, y porque aprender ciertas cosas a base de tutoriales desde la soledad ante el ordenador a veces desmotiva. Por eso, y por muchas otras cosas, existen clases magistrales como las que da Catherine Lyubimov tres veces en semana en un centro de MoscĂş (cĂłmo no). Lleva por tĂtulo El arte del sexo oral y es una curso al que asisten mujeres para pasar un buen rato de risas y cachondeo y, de paso, aprender a ordeñar a sus parejas con destreza. «Si vas a un terapeuta sexual», sostiene Catherine, «seguirás sin conocer las tĂ©cnicas, sin saber cĂłmo se hace. Eso enseñamos aquĂ.»