Comiéndose en la mesa de la cocina
Es la hora de comer para las dos fulanas, pero no se les ocurre nada más apetitoso y nutritivo que devorarse la una a la otra, desnudándose empotradas contra la mesa de la cocina para saborearse de arriba a abajo. Las dos morenas se entretienen con un salvaje , enterrándose las lenguas en los agujeros, frotándose los calientes coños hasta caer rendidas de excitación sobre el mostrador.