Encontronazo sexual con un puma salvaje
A sus años, la puertorriqueña Mercedes Ashley sabe que perder tiempo es perder dinero, así que cuando termina su jornada laboral en la agencia inmobiliaria para la que trabaja, llega a su casa, descansa un rato, se ducha, se arregla y sale a ejercer su otro oficio: actriz porno. Así lleva haciéndolo desde la mitad de su trayectoria, que cuenta ya con una década de vida, y aunque con películas en su haber no se le puede considerar muy prolífica, lo cierto es que con escenas como la que sigue es indudable que este auténtico cougar tiene muchas tablas.