pasando de rosca el culo de una pija
Con lo prieto que trajo el culito aquella pija a mi chalet y cómo se lo dejé, madre mía, me recordó cuando estoy enroscando una tuerca y la aprieto tan fuerte que se pasa de vueltas, es inútil seguir enroscando. Costó un poquito porque a esta guarrilla no la habían petado mucho, pero al final mi polla bailaba holgadamente en su culo mientras mis pelotas golpeaban contra su rabadilla. A mi no me gusta mentir pero es cierto que si tienes un buen chalet con piscina tienes mucho más éxito con las mujeres, por eso, nada como tener un colega con mucha pasta y pedirle las llaves algunos fines de semana, no hay tía que se resista...