Ya en casa, la negrita recibe su merecido
Después del paseo nocturno en coche, la negrita golosa tiene a su disposición la polla para mamar que tanto estaba esperando, llevándose antes una buena comida de coño para calentarla al máximo. Una vez la ha mamado repasando los huevos y con ese apetito, están ambos preparados para esa severa follada, haciendo gemir a la perra sin parar...