Morena con hambre de polla
Sentada en la cocina, la morenita se acaricia tocando su hĂşmedo coñito y relamiĂ©ndose los dedos, sin cortarse cuando el tĂo la sorprende, animándose a pajear su rabo. Ante esta situaciĂłn, el putero la tumba encima de la mesa, agarrándola fuerte de las piernas para follársela a lo loco, abriĂ©ndose paso por su culo con el rabo bien duro corriĂ©ndose en su coño, extasiados de placer.