Dos jovencitas muy golosas
Estirado sobre la cama el golfo afortunado goza de dos comidas de polla tremendas, sintiendo como una le trabaja el glande mientras la otra deja que le coma las tetas... Con el rabo a mil pilla a su favorita y a cuatro patas revienta su coñito con unas embestidas tremendas, sintiendo la muy puta como en cada pollazo su agujero explota de placer, mientras la otra recibe una comida de clítoris perfecta.