Otra tetona bien machacada en el sofá
Su provocativa conversación sonriendo en el sofá se merece una ejemplar machacada, castigando a la perra de la tetona sin piedad de la forma que se merece... Una vez ha comido polla hasta agotarse, se pone de espaldas para que se la clave hasta el fondo, gimiendo como una loca y acabando en una buena cabalgada, antes del insoportable cuatro patas en el que suelta la leche.