La joven Kimber disfruta de un pollón negro
La rubia espera en la ventana la llegada del negro y en cuanto aparece le recibe abriéndose de piernas indicándole el camino hacia su coño, pidiéndole que le dé el repaso que se merece a base de lametones. Completamente mojada, el enorme pollón encaja perfectamente en cualquiera de sus dos agujeros, gozando como una loba del delicioso anal que acaba con el derramamiento de corrida sobre su cara de zorra.