venga chicos, cambio de agujeros
Seguro que alguna vez habréis hecho la coña entre los colegas cuando ha pasado una tía buena por vuestro lado: ¡¡¡me pido el coño!!!, ¡¡¡yo la boca!!!, ¡¡¡pues yo el ojete!!!, ¡¡¡para mi las tetas!!! jejeje. Pues lo gracioso es que en todo caso son siempre ellas las que eligen quienes y por qué agujero te las puedes follar, nosotros somos meros esclavos sexuales a sus órdenes y estamos encantados de seguir sus directrices en este aspecto. Yo sería sin ninguna duda un cero a la izquierda si Carmella Bing, nuestra protagonista, tuviese a bien recibirme en su alcoba durante una hora y también muy gustosamente dejaría que me sacara a pasear por la calle con un collar de perro, hasta ladraría si hiciese falta...