El socorrista se las folla de dos en dos
AllĂ estaban en sus pequeños biquinis, jugando al voley, pasando un buen rato, espeando que algunos chicos vinieran a jugar con ellas. Entonces, de repente llegĂł un un vigilante de la playa, echándoles la bronca y calificándolas de indecentes por su minĂşsculos biquinis. Halia y Priscilla se quedaron bastante sorprendidas, siempre habĂan estado allĂ asĂ y nadie se habĂa quejado, más bien al contrario. Aunque quejándose lo acompañaron a su oficina y allĂ, amenazándolas con denunciarlas a la policĂa por escándalo pĂşblico, les propuso un trato. Uno al que pronto se mostraron dispuestas, curiosas por ver lo que el salvavidas tenĂa para ofrecerles.