La peruana goza del los pollazos
Por fin la peruana se atreve a agarrar el nardo del tío, que lleva esperando al lado de ella totalmente esperando, ansioso por que la zorra le pajeara al ritmo que lo hace, subiendo y bajando con su nardo alrededor de las manos a un ritmo brutal. La zorra sabe que el depravado no se conformará con eso y le ofrece los agujeros para que se entretenga penetrándola a su gusto, para acabar con una deliciosa mamada.