Calentando a los compañeros del gimnasio
Bailee pensó que necesitaba empezar a hacer un poco de ejercicio, no porque tuviera que mejorar nada de su cuerpo, sino simplemente por poner algo más a tono sus músculos. Desde luego, necesitaba algo de ayuda, un profesor y no tardó en encontrar a dos asiduos del gimnasio dispuestos a echarle una mano. Aunque el ejercicio que sugirieron era algo diferente a lo que ella esperaba: anal, vaginal, doble penetración … !!.