el dolor es el placer de mi novia
Anda que no hay formas de darle placer a una chica de veinte años que está en la plena flor de su vida, pero nada, a las tías que les tira tanto el sexo duro no puedes acariciarle los pechos o lamer la comisura de sus labios porque probablemente se reirá en tu cara en el mejor de los casos. No puedo evitar sentir cierta lástima por los pezones de nuestra amiguita porque yo me los chuparía muy a gusto y con suavidad, pero cuando ves su cara de satisfacción entiendes que realmente le gusta y cuando más daño le hagan, más placer le da...