Pero qué coño…: el anuncio de Burger King
Están zumbados, santo dios. Locos de remate. Los rusos, digo. Y no, no hablo del tejemaneje descarado de la administración Putin-Medvédev en toda la cara del electorado, no, hablo de simple publicidad. Ya nos hemos acostumbrado a que las agencias intenten ser un poco creativas para promocionar una cadena de restaurante, que haya algo de comedia o de historieta anodina en lugar de simplemente enumerar las virtudes de su producto. Pero en las grandes estepas tienen como norma ir siempre más allá. En todo y sobre todo. Así que un mero anuncio de la franquicia Burger King en territorio ruso toma la forma de casi dos minutos de la más absoluta demencia.