trae tontorrón, yo te hago la paja
Otra bronca monumental más y otra vez el novio se encierra en la habitación durante dos días con un cabreo de la ostia, enfado que desaparecerá solo después de estar pajeandose horas. Si ellas han tenido la culpa pero son tan orgullosas de no pedir perdón, harán visitas esporádicas a la habitación diciendo cosas como: tienes la comida en la mesa, te he planchado tus mejores pantalones, he comprado latas de cerveza y un sin fin de cosas para ver si llaman tu atención y las perdonas, pero un tío que se precie no debe ceder a esos chantajes porque ante todo está la dignidad. Solo hay una cosa que nunca falla y es que entre en tu habitación, te agarre la polla y te diga mientras de da besitos: trae tontorrón, yo termino la paja, ¿con la mano o con la boca?.