A pollazos con Maria Lapiedra
Raptada en la playa se la llevan los dos golfos al hotel para reventarle su boquita a pollazos... Cuando los dos cabronazos tienen los pollones bien duros la colocan a cuatro patas y por turnos van taladrándole el coño al máximo, gimiendo ella como una auténtica perra, notando como su coño se dilata en cada pollazo, culminando con dos corridas tanto en su cara como en su culito.