minutos haciéndonos disfrutar con su tocada
La jovencita acaricia poco a poco su cuerpo, pasando las manos por los muslos antes de lanzarse a frotarse el coño, yendo directa a clavarse los dedos, cerrando los ojos para aguantar a tope las ráfagas de placer. Totalmente en pelotas su coño pide más, dedicándose la zorra a abrírselo y a perforarlo ansiosa con los dedos, gimiendo cada vez que roza su hinchado clítoris hasta acabar satisfecha de la gloriosa machacada.