No para hasta empaparse
La rubia sube la temperatura estrujándose las tetas con mucho morbo, abriéndose de piernas para que el consolador roce cada pliegue de su coño, colocándose con el culo en pompa para abrirse los agujeros... La guarra pone en marcha el vibrador pasándoselo por el clítoris, corriéndose de tal manera que cae el embudo y toda la corrida moja la mesa sobre la que está tumbada, gritando y gimiendo de placer sin parar.