aliñando el coño de la vieja cocinera
Normalmente suelo contarle a mi padre mis aventurillas sexuales porque tengo mucha confianza con él, pero la última que tuve voy a reservármela para mi solito porque podría afectarle demasiado... El tema es que tenemos un restaurante desde hace muchos años y la cocinera jefa trabaja para nosotros desde que lo abrimos, es una mujer muy trabajadora, fiel a la empresa y bastante discreta hasta hace una semana cuando descubrí que esa entrañable abuela era una enferma sexual, ni más ni menos que igual que yo. En cuanto veais lo que hicimos esa señora y yo entre fogones entenderéis que como se entere mi padre perderemos dos cosas muy importantes: una trabajadora ejemplar y mi oportunidad de tener un lio con la madura más pervertida que ha pasado por mi polla.