Ahogando al tio entre sus melones 188100

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Ahogando al tío entre sus melones

El negro goza del espectáculo viendo a la gorda amorrada a su polla, moviendo la cabeza de arriba a abajo para sentir cada centímetro de nardo hasta que no aguanta más y se tira encima del cachondo ahogándolo entre sus enormes tetas. La zorra toma el control cabalgando encima del tío dejando caer el culo sintiéndose atravesada por la tranca, dejándose embestir luego por el tío que moja su vientre de leche.

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Una paja entre sus melones

El tío despelota a la guarra, cubriendo de lamidas cada parte de su cuerpo que queda al aire, hasta quedarse los dos en bolas para empezar ella un delicado trabajo manual. Entre sus tetas, atrapa la polla del cabrón, moviéndolas arriba y abajo notando como se endurece, golpeando sus tetas con ella, para ponerse totalmente en acción, pajeándose el tío entre los melones, corriéndose sobre sus pezones.

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Esos melones se merece lo que quieran

La morena sabe que sus verdaderos encantos son sus enormes melones y los menea mientras se machaca el coño, frotándose hasta que el tío llega para jugar con sus tetas, sobándolas y chupándolas. El putero se pajea con el rabo apretado entre las tetas pasando luego a follarle la boca a la guarra hasta ahogarla, para seguir destrozándole el coño a pollazos hasta correrse entre sus melones.

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Descarga directa a sus melones

Los melones de la rubia on la obsesión de este putero, que se lanza a por ellos nada más verlos mientras la perra le da la bienvenida al cabrón con una deliciosa mamada dejando que el tío acaricie y pellizque sus pezones... La polla del cachondo se desliza sin problemas dentro de su agujero, metiéndosela a un ritmo frenético para acabar pajeándose entre los tremendos melones haciendo que la leche salga disparada mojándolos por completo.

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Sus melones no son de este mundo

La rubia utiliza sus enormes melones para acariciar cada rincón del cuerpo del pervertido, que acaba cachondo perdido cuando la cerda juega con el rabo entre sus manos y se dedica a chupar el rabo con auténtico deseo. La golfa se despatarra marcando el camino a su coño, dejando que el tío le regale todas las embestidas que quiera para poder tener los melones empapados en leche.

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Calienta la polla que se va a comer

Al tío le resulta imposible separarse de los melones de la rubia, que pellizca y amasa entre las manos antes de centrarse en darle placer tocando su caliente coño mientras ella se impacienta en comerse el rabo muy hambrienta... La cerda consigue ponerle a tope el cipote apretándolo entre los melones para dejarse luego follar la boca hasta la garganta ansiosa por sentir cada gota de leche entre sus agujeros.

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Las tetazas son su perdición

La negra pasa tanta calor haciendo las tareas de casa que las hace medio desnuda, con las tetas al aire dejando que la gravedad haga su trabajo excitando tanto al tío que va directo a sobar sus melones, intentando cogerlos de una sola vez entre sus manos. La guarra se lanza a mamar y a jugar atrapando la polla entre sus melones, saltando sobre el nardo mientras se golpea con las tetazas aguantando hasta mojarse de leche.

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La vieja argentina chupa como una zorra

La vieja calienta al tío con los melones al aire, sobándoselos entre las manos y colocándolos para que el cabrón restriegue la polla morcillona entre los melones, viendo como el pene se acerca a su boca sin poder evitar tirarse por él a comérselo. La experimentada guarra consigue metérselo entero hasta el fondo de la garganta, repasando los huevos a lametones.

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Se casó con ella por sus melones

Después de la fiesta no hay nada mejor para este tío que entretenerse intentando capturar entre sus manos los inabarcables melones de su mujer, que no tarda en dejarse follar la boca a fondo mientras se frota el coño... La cerda remata al rabo pajeándolo con las tetas antes de darle la bienvenida a sus agujeros, meneando el culazo mientras el cabrón se la clava corriéndose al final sobre sus pezones.

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Sus melones no dejan de botar...

La rubia nos regala la visión de sus melones botando haciendo que el tío que la observa vaya directo a ella, colocándole el rabo entre las tetas animándose la guarra a chupar cada vez que se le acerca el nardo a la boca. El tío quiere seguir viéndole las tetazas en movimiento y la obliga a saltar clavándose su nardo y dejándose reventar para recibir el disparo de corrida por la boca, derramándose hasta sus tetas.

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El enorme rabo combina con sus enormes melones

La morena espera al momento adecuado para seducir al negro, enseñándole los enormes melones, directo el cabrón a sacárselos del sujetador acariciándolos entre sus manos mientras la invita a jugar con su nardo y sus melones, chupando la polla restregándosela a la vez por los pezones.Después de follarle las tetas, el cachondo se pasa a destrozarle el coño dilatándoselo cuando le mete la pedazo de tranca, destrozándola hasta regarla con leche.

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Rubia ahogando al tío con su enorme culo

No sólo tiene unas enormes tetas bien firmes y duras, también tiene un culo igual de enorme, todo a su proporción, usándolo para ahogar y llenarle al tío la cara entera son su culo, casi obligandole a saborear su coño y su ojete, notando como su lengua atraviesa su coño sediento de rabo.

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Un ritmo frenético para follarle el culo

Aplastándose los melones entre las manos provoca al tío que la mira, animándole a pellizcar su hinchado coño encantada con el atrevimiento para poder ofrecer sus melones para pajear el rabo duro entre ellos antes de mamar con vicio la tranca que se le presenta delante de la cara. Sin ningún tipo de miramientos, el cabrón va directo a reventarle el culo con un mete saca a un ritmo incontrolable, culminando con la perra de rodillas sacando leche con sus manos.

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Con la pollas entre dos buenos melones

Poner una gran polla entre dos melones es una de las sensaciones más placenteras que se pueden sentir. A ella le encanta poner sus tetas a disposición del chico que puede hacer con ellas todo lo que le venga en gana.

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Rubia y morena encargadas de su gustazo

El tío tiene una manera peculiar de saludar, directo a amasar los melones de las dos guarras entre sus manos a la vez que se anima a chuparles los pezones hasta ponerlos duros. A cuatro patas, el chaval pasa de unos agujeros a otros ofreciéndoles cachondo su rabo para que lo chupen por turnos y jueguen con sus melones.

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La tetona rusa Lucie Wild

Como el tío no parece tener suficiente con la increíble rubia, llama a Lucie Wild y entre las dos intentan satisfacer el calentón del cabrón que tiene cuatro enormes melones para usarlos a su antojo. Las cerdas se reparten la polla para chuparla hasta notarla crecer en sus bocas, para luego ser follada botando mientras sus tetas se mueven sin control necesitando abundante leche para poder cubrir completamente sus melones gigantes.

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Los juguetones melones de Amy Wild

Amy Wild utiliza sus melones para subir la temperatura a niveles máximos estrujándolos entre sus manos hasta que el putero se decide a atacarla, dándole duro por detrás agarrado a sus tetazas dejando que le boten sin control cuando cabalga ansiosa por la corrida sobre sus pezones.

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Perdido entre sus melones

El invitado debe haberse quedado con la boca abierta al ver a lo simpática que es la tetona, que no duda en enseñarle la mercancía dejando los melones al aire invitando al putero a tocar mientras ella baja a alimentarse de su rabo con el que luego juega entre sus tetas. Con el culo en pompa, la morena se deja follar como una fulana haciendo que sus tetas se muevan con cada clavada, disfrutando con la cabalgada y con el disparo de leche.

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Sentándose en su cara

Son dos chicas que disfrutan ahogando al tio con sus coños y culos, se colocan encima de él y mientras una nota como se le pone dura con el calor de su coño, la otra disfrutará de una comida de coño, sintiendo como la lengua recorre su tanga, dejando sin respiración con su culo caliente.

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Enseñándolo todo en público

Escondida entre los árboles cerca del mar la rubia no tiene problema en sacarse las tetas allí en medio para complacer al tío enseñándole también su tierno coñito. La cerda parece estar muy cachonda en esa situación haciendo botar sus melones y erizando sus pezones sin que el tío le quite el ojo de encima mientras ella sigue frotándose.

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