Secretaria complaciente relajando a su jefe
Al abrir la puerta del despacho, el hombre se encuentra a la secretaria en ropa interior, arrodillándose en segundos delante de Ă©l haciĂ©ndole una mamada, lamiendo cada centĂmetro sin prisas, volviĂ©ndolo loco con cada chupada. El cabrĂłn le abre el coño con los dedos para que su lengua entre lo más dentro posible, siguiendo la misma tĂ©cnica para taladrarla a pollazos, apretando sus piernas para estrecharle el agujero, corriĂ©ndose en la boca abierta de la cerda.