Natalia Starr en la mili
En medio de la guerra estos dos golosos dejan las armas para darse placer del bueno, abriendo las piernas de la rubia el afortunado trabaja su coñito rasurado con ansia pura, obligándole a gemir de puro gustazo hasta clavarle el pollón hasta el fondo, finalmente la putita se monta encima y comienza a trotar como una loca, hincándosela sin parar hasta sentir la corrida sobre sus tetitas.