India obediente cumpliendo los deseos del pervertido
La india se despelota y mientras una mano se hunde en su coñito la otra se dedica a acariciar sus tetas, aprovechando el cabrón que está abierta de piernas para lamer su agujero llenándole la raja de saliva... Viendo lo mojada que está, el tío aprovecha para deslizarle el nardo hasta el fondo del coño colocándola a cuatro patas, dejando que la cerda chupe su polla, pajeándose el putero apuntando hacia la boca para que no desperdicie ni una gota.