Rachel Roxxx en el spa de las pornstars
Menudo negociazo, ¿no? Montar un spa exclusivo para pornstars. Son todo ventajas: nuevas ricas, caprichosas y ávidas de estímulos, empleados que con semejantes tareas casi serían capaces de pagar por ir a trabajar, y unas vistas de esas que te alegran el día por muy lunes por la mañana que sea. Win-win, que dirían los yanquis. La idea la ha puesto sobre la mesa Bangbros y el catálogo de clientas que asoman por allí es realmente demoledor. Hoy me decido por una señorita que aúna belleza y explosividad (y el que me hable de mujeres inflables, él se lo pierde) y la que no se le da el debido reconocimiento: Rachel Roxxx.