La abuela no puede resistir a la tentación
Tras una buena ducha el golfo se tira en la cama con el albornoz abierto, dejando a la vista su paquete que pone cachonda a la vieja caliente... Sin despertarlo empieza a pajear su polla flácida, poniéndola bien dura hasta que se despierta y goza de la mamada, finalmente con el pene a reventar agarra a la vieja y le rompe el culo en mil pedazos, culminando con toda la corrida en su cara.