Âżquien dice que en las bibliotecas no se folla?
Puede que ninguno de los aquĂ presentes hayamos echado un polvo en una biblioteca pĂşblica, pero que en las bibliotecas se folla es algo que tengo muy claro, vamos, clarĂsimo. Lo más normal serĂa follar en los aseos para no dar mucho el cante, pero hay pasillos que por ser de una temática literaria excesivamente aburrida están siempre vacĂos y si conoces un poco los recovecos de la biblioteca a la que acudes habitualmente, seguro que te da tiempo a echar un par de polvos antes de que el bibliotecario te eche de allĂ a patadas. En esta excitante historia tenemos morbo por duplicado ya que las protagonistas son dos universitarias de esas que van siempre juntitas a estudiar, solo que esta vez cambiaron los libros por un bueno dildo.